Saturday, June 2, 2012

02-junio-2012

Un ejemplo de sostenibilidad

El Centro Criollo de Ciencias y Tecnología de Caguas fue concebido como parte de un plan estratégico para preparar la ciudad y su población para una economía global y del conocimiento.
 
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Arq. José A. Moreno. (Suministrada)
Por Ileana López Avilés / Especial para Construcción


Reusar un edificio abandonado y otorgarle una función completamente nueva dirigida a inspirar en niños y jóvenes el interés por aspirar a carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología no es una tarea fácil. Esta fue la meta de un gran proyecto donde la inteligencia y el profesionalismo se unieron para concebir un lugar donde el visitante pudiera tomar conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad de nuestros cuerpos, ambiente, ciudad y país.

Mucho se ha hablado de proyectos de esta envergadura construidos en el extranjero, como lo es quizás la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, diseñada por el arquitecto español Santiago Calatrava. Sin embargo, aquí mismo en Caguas, Puerto Rico, la Isla tiene su propio Centro Criollo de Ciencia y Tecnología que nada tiene que envidiarle a obras de su tipo.

Así opina su creador, el Arq. José A. Moreno, quien indicó que el Centro Criollo de Ciencias y Tecnología es “un proyecto que manifiesta que en Puerto Rico existe la capacidad para hacer este tipo de obra, por lo que no tenemos que ir fuera de la Isla a buscar talento para hacer cosas que podemos hacer aquí con excelentes profesionales, bien preparados”.

“Miramos hacia afuera buscando soluciones novedosas y eso está bien, pero hay que reconocer que aquí también tenemos el talento y se hacen cosas que pueden tener una escala diferente porque responden a una realidad de país distinta, pero es parte del insularismo y una deficiencia de nuestra educación y cultura, de que a veces no haya aprecio por las cosas que tenemos”, agregó.

El Centro Criollo de Ciencias y Tecnología fue concebido por el Municipio Autónomo de Caguas como parte de su Plan Estratégico para preparar la ciudad y su población para una economía global y del conocimiento.

“El mismo fue diseñado como una herramienta para concienciar a su gente acerca de la relación vital entre la ciencia, la tecnología y su propia calidad de vida. Además, el proyecto se vislumbraba como un vehículo de revitalización y fortalecimiento del Centro Urbano Tradicional de Caguas contribuyendo a la seguridad, el orden, la convivencia, el desarrollo económico y el bienestar de los habitantes y visitantes”.

Recuerda el arquitecto que fue en 2005 cuando el fenecido alcalde de Caguas, William Miranda Marín y el Ing. Antonio Cabián se le acercaron para que se hiciera cargo del proyecto, cuando aún era socio de CSA Arquitectos e Ingenieros. “Ya para entonces la ciudad de Caguas contaba con una trayectoria de desarrollo sustentable, con obras como el Jardín Botánico y otras iniciativas en esa dirección, por lo que deseaban desarrollar un contenido que fuera dirigido al tema de la sustentabilidad, comenzando por la importancia planetaria, la Tierra y cómo funciona, y llevarlo por todas las etapas hasta el ser humano”.

Entusiasmado por la encomienda, el Arq. Moreno, quien recibió su acreditación profesional LEED del USGCI en el 2008, se dio a la tarea de identificar los recursos, incluyendo definir el lugar más apropiado para construir el Centro Criollo de Ciencias y Tecnología.

Tras encontrar varias alternativas, “decidimos que como parte de la consideración del tema de la sustentabilidad reutilizar el antiguo local de la tienda Sears, que estaba en manos de la Autoridad de Energía Eléctrica, y había sido vandalizado”, dijo el arquitecto, quien agregó que “reusar el edificio sería parte de nuestro discurso de sustentabilidad. Con ello no solo estábamos usando un edificio ya existente, localizado en una posición privilegiada con accesibilidad al sistema de transportación y cerca de tres escuelas, sino que además estábamos reactivando el centro urbano, proveyéndole una mayor actividad al área”.

Así comenzó la construcción para lograr que la visión de un centro interactivo de aprendizaje sobre temas científicos concernidos con la sustentabilidad se expandiera al hacer del edificio mismo un ejemplo del empleo de soluciones ambientalmente sensatas y sustentables. Allí el público no solo verá, sentirá y comprenderá los fundamentos científicos y tecnológicos mientras disfruta, juega e interactúa con las exhibiciones sino que también verá en el paisajismo, la energía alternativa y el techo verde instaladas en el edificio, la aplicación real y directa de los conceptos.

“Durante ese proceso siempre vimos al edificio y su entorno como un elemento de discurso de sustentabilidad. Incluso en el diseño se incorporaron espacios como el techo verde y el espacio verde exterior como áreas donde las plantas y demás elementos sirven como parte de la exhibición”, señaló Moreno, quien mencionó a la Arq. Edith Calzadilla, a los ingenieros Víctor Figueroa, Jaime Lafuente, Gustavo Rieckehoff y Freddie Román como vitales en el éxito del proyecto, el cual fue presentado al Certamen de Obras Sobresaliente del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, y seleccionado como obra sobresaliente por las estrategias de ingeniería que incorporadas en el diseño. El desarrollo del plan de contenido estuvo en manos de Liberty Science Center, además de contar con la asesoría de una firma especialista en museos y centros de ciencias llamada Verner Johnson.

Hoy día el auditorio del Centro se utiliza para la proyección de filmes y otras actividades, mientras se concluye la construcción de las exhibiciones permanentes que albergará la estructura, ubicada en la Avenida Gautier Benítez y la Calle Cristóbal Colón en Caguas.

“Este proyecto es un ejemplo más de que en Puerto Rico tenemos la capacidad de hacer las cosas”, dijo Moreno, quien ha sido presidente del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico y del Instituto Americano de Arquitectos, Capítulo de Puerto Rico. Actualmente, además de ser profesor en la Universidad Politécnica de Puerto Rico y del Programa de Certificado en Diseño y Construcción Verde de la Universidad Metropolitana, mantiene desde el 2011 una práctica de gestión propia bajo el nombre (DBA) Mediopunto Arquitectura.

Otras estrategias sustentables que el Arq. José A. Moreno utilizó en el proyecto:

1. Reuso de un edificio abandonado (antiguo Sears) en un centro urbano tradicional.

2. Remoción del 40% del pavimento impermeable y se sustituyó por área de siembra reduciendo la escorrentía pluvial que previamente existía al permitir la filtración de agua de lluvia al subsuelo.

3. Acceso y estímulo a la transportación alternativa con almacenaje de bicicletas, acceso por ruta de “trolley” Transcriollo y estacionamiento para transporte colectivo.

4. Reducción en el uso de agua potable: urinales que no usan agua, grifos con válvulas de control, inodoro de menos de 3.5 GPM y doble descarga.

5. Eficiencia energética empleando ventanas de doble hoja con argón, ladrillos en las paredes exteriores ofrecen gran resistencia térmica.

6. Uso de energía renovable en alumbrado de Techo Verde

7. Tecnología avanzada en sistema de refrigeración con bajo consumo eléctrico y agua para enfriamiento suplida por cosecha de agua de lluvia.

8. La mayoría de los materiales de construcción fueron locales y se utilizó un alto por ciento de la estructura existente

9. Amplio uso de la iluminación natural en combinación con luz artificial fluorescente de alta eficiencia.
02-junio-2012

Dialogando verde: Externalidades Ambientales, Parte II

Las externalidades,como regla general,se traducen en precios que no reflejan todos los costos o los beneficios de producir o consumir un producto o servicio.
 
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Dr. Fernando Abruña(Suministrada)
Como repaso de nuestra columna introductoria sobre externalidades ambientales en nuestra pasada intervención, convendrá recordar que éstas son costos o efectos que escapan, a primera vista, el análisis de actividades que podamos emprender.

Las externalidades, como regla general, se traducen en precios que no reflejan todos los costos o los beneficios de producir o consumir un producto o servicio.

Externalidades producidas por el uso de los combustibles fósiles. La gasolina, por ejemplo, impone costos a la sociedad en general que no son cuantificados en el precio de venta. Los costos de protección involucrados en el embarque de petróleo, los costos de los servicios a los vehículos de motor, los costos al medio ambiente incluyendo los problemas de contaminación de aire, emisiones de gases tóxicos como el monóxido de carbono, el cambio climático, o el abono al problema de la lluvia ácida, los consecuentes problemas a la salud, los costos sociales del uso de la gasolina, los subsidios en impuestos a la industria del petróleo y otros, no están cuantificados en el precio de venta.

El Centro Internacional para la Evaluación de la Tecnología (International Center for Technology Assesment) en su estudio “El precio real de la gasolina” estima que si consideráramos las externalidades aquí señaladas, el costo de la gasolina a nivel del consumidor estaría rondando entre $15 y $18 el galón. La sociedad está asumiendo ese costo (que no se paga por las compañías petroleras ni los consumidores inmediatos) en daños al medio ambiente y la salud.

Es esta otra razón por la cual la quema de combustibles fósiles debe ser desalentada no solo en la Isla sino, además, a nivel mundial. Cuando se considera el uso del gas natural como una estrategia para abaratar costos de generación de energía, aún con los potenciales atractivos que pueda tener una quema menos contaminante que la del petróleo, los costos de las externalidades siguen siendo muy altos.

Resulta mucho más difícil fijar responsabilidades específicas a quienes causan un daño o costo a terceros por motivo de externalidades negativas cuando estas tienen su génesis en actividades que son difíciles de cuantificar como resulta con las emisiones de dióxido de carbono y el cambio climático a escalas planetarias.

En la tercera y última parte de esta discusión veremos algunos efectos específicos de externalidades ambientales cuyos efectos ya estamos experimentando.

¡Saludos Sostenibles!

El autor es Arquitecto practicante, Catedrático retirado de la Escuela de Arquitectura de la UPR, Fellow del American Institute of Architects, fundador y pasado presidente del US Green Building Council del Caribe y la autoridad reconocida sobre el tema en Puerto Rico.