18-febrero-2012
Los paneles fotovoltaicos
Luego de haber pasado por unas discusiones filosóficas sobre el significado de la sostenibilidad y de la vivienda verde, hoy iniciaremos unas lecciones más pragmáticas relacionadas a los paneles fotovoltaicos y posteriormente a los sistemas de electricidad solar.
Existen en el mercado una multiplicidad de tipos de paneles fotovoltaicos. Estos están compuestos de celdas interconectadas y derivadas de siliceo, uno de los materiales más comunes en la Tierra. El siliceo se encuentra en todas las arenas de playas y desiertos que se distribuyen a través de nuestro planeta. Los paneles fotovoltaicos convierten la luz solar en corriente eléctrica sin necesidad de piezas motrices. La generación de electricidad se logra a través de un proceso fotónico.
Los paneles más eficientes a duras penas logran convertir el 13% de toda la luz solar incidente en energía eléctrica. Uno de los retos de los fabricantes de paneles fotovoltaicos es aumentar esta eficiencia de transformación. Teóricamente puede llegarse hasta un 30% con las tecnologías que actualmente se investigan.
Existen paneles en forma de tejas para techar y de esta forma integrar la generación de electricidad a través del techo mismo “disfrazando” los paneles haciéndolos inconspicuos. Otros paneles son semitransparentes permitiendo generar electricidad a la vez que permiten el paso de la luz solar para utilizarse en la confección de tragaluces para fomentar la iluminación natural de espacios interiores a la vez que se genera electricidad. Evidentemente la generación en este tipo de panel será menor que uno de total opacidad donde toda la luz incidente se utiliza para convertirla en electricidad.
De los múltiples tipos de paneles existentes, los más comunes en la industria de la energía solar son: amorfos, policristalinos y monocristalinos. Los amorfos son los más económicos pero también los de menor eficiencia. Los mococristalinos, al otro lado de la gama, son los más eficientes pero los más costosos.
Cada uno de ellos tiene sus usos particulares y especializados. Para uso en edificios y viviendas, el panel policristalino es el más popular y común por ser uno de costo intermedio y de eficiencia relativamente aceptable. Estos son los paneles que con más frecuencia vemos en las instalaciones locales en Puerto Rico y que se caracterizan por su color azul cobalto.
Estudiaremos los sistemas de generación solar de electricidad en las próximas dos intervenciones.
¡Saludos Sostenibles!
El autor es arquitecto practicante, catedrático retirado de la Escuela de Arquitectura de la UPR, Fellow del American Institute of Architects, fundador y pasado presidente del US Green Building Council del Caribe y la autoridad reconocida sobre el tema en Puerto Rico.
Existen en el mercado una multiplicidad de tipos de paneles fotovoltaicos. Estos están compuestos de celdas interconectadas y derivadas de siliceo, uno de los materiales más comunes en la Tierra. El siliceo se encuentra en todas las arenas de playas y desiertos que se distribuyen a través de nuestro planeta. Los paneles fotovoltaicos convierten la luz solar en corriente eléctrica sin necesidad de piezas motrices. La generación de electricidad se logra a través de un proceso fotónico.
Los paneles más eficientes a duras penas logran convertir el 13% de toda la luz solar incidente en energía eléctrica. Uno de los retos de los fabricantes de paneles fotovoltaicos es aumentar esta eficiencia de transformación. Teóricamente puede llegarse hasta un 30% con las tecnologías que actualmente se investigan.
Existen paneles en forma de tejas para techar y de esta forma integrar la generación de electricidad a través del techo mismo “disfrazando” los paneles haciéndolos inconspicuos. Otros paneles son semitransparentes permitiendo generar electricidad a la vez que permiten el paso de la luz solar para utilizarse en la confección de tragaluces para fomentar la iluminación natural de espacios interiores a la vez que se genera electricidad. Evidentemente la generación en este tipo de panel será menor que uno de total opacidad donde toda la luz incidente se utiliza para convertirla en electricidad.
De los múltiples tipos de paneles existentes, los más comunes en la industria de la energía solar son: amorfos, policristalinos y monocristalinos. Los amorfos son los más económicos pero también los de menor eficiencia. Los mococristalinos, al otro lado de la gama, son los más eficientes pero los más costosos.
Cada uno de ellos tiene sus usos particulares y especializados. Para uso en edificios y viviendas, el panel policristalino es el más popular y común por ser uno de costo intermedio y de eficiencia relativamente aceptable. Estos son los paneles que con más frecuencia vemos en las instalaciones locales en Puerto Rico y que se caracterizan por su color azul cobalto.
Estudiaremos los sistemas de generación solar de electricidad en las próximas dos intervenciones.
¡Saludos Sostenibles!
El autor es arquitecto practicante, catedrático retirado de la Escuela de Arquitectura de la UPR, Fellow del American Institute of Architects, fundador y pasado presidente del US Green Building Council del Caribe y la autoridad reconocida sobre el tema en Puerto Rico.