Monday, August 15, 2011

Nuevos bancos en Puerto Rico

Nuevos bancos aterrizan en suelo boricua
14 Agosto 2011
 
El sector financiero comienza a tomar otro giro con la llegada de varias entidades financieras a la Isla.
 
Raúl Padilla, a cargo de Sun West en Puerto Rico, Pavan Agrawal, CEO y Ricardo Agudo, codirector a nivel local. (EL NUEVO DÍA / El Nuevo Día )
Por Joanisabel González /joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com
El mes entrante, Banesco, el banco privado más grande de Venezuela, abrirá su primera sucursal bancaria comercial justo en el corazón del distrito financiero de Puerto Rico.
A fines de este mes, el banco hipotecario californiano Sun West Mortgage hará lo propio en el complejo de oficinas Metro Office Park en Guaynabo.
Y hace unos seis meses, Generation Mortgage, la empresa estadounidense dedicada a la originación y administración de hipotecas en reverso más grande de los Estados Unidos abrió sus oficinas en la avenida Roosevelt Hato Rey.
Las tradicionales ceremonias de corte cinta de estas empresas forman parte de una callada, pero creciente lista de instituciones y entidades financieras que han obtenido el aval de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) y que han decidido plantar bandera en Puerto Rico justo en medio del peor ciclo de estancamiento del que se tenga memoria, aparte de la Gran Depresión.
Entre los años 2009 y 2010, mientras el regulador local y sus homólogos federales trabajaban en un secreto operativo para cerrar una tercera parte del sistema bancario de Puerto Rico por insolvencia, el otro brazo promotor de la OCIF se dedicaba a examinar los pedidos de nuevos jugadores.
En esos dos años, se otorgaron 167 licencias. Desde autorizaciones para operar casinos y compañías dedicadas a restablecer historiales crediticios hasta casas de empeño.
En lo que va de año, se han otorgado otras 97.
De todas, la solicitud de Banesco para establecer una sucursal bancaria comercial en la Isla es la primera y única que se ha producido desde 1997. Claro está, a excepción de un pedido similar por parte de Hamilton Bank y que la OCIF no aprobó entonces, dice el comisionado Alfredo Padilla.
Salvo por la entrada de los bancos españoles, que incursionaron en la Isla por adquisiciones de otras operaciones, en Puerto Rico, no se gesta un banco nuevo de la década de 1970.
Mientras por un lado, llegó el fin a lo que muchos describen como “la era de la banca puertorriqueña”, por otro, se ha abierto lo que el regulador describe como otra faceta de la dinámica financiera.
“Puerto Rico es una buena plaza a largo plazo y entiendo que hay espacio para que el sistema se racionalice todavía un poco más. Por eso, es natural que haya y entren nuevos jugadores”, explica.
En la amplia lista de nuevas licencias, también saltan a la vista otras 18 aprobadas para la creación de instituciones hipotecarias.
En esta edición especial, Negocios platica con algunos de los protagonistas de este nueva etapa de oportunidades para la maltrecha economía local.
En síntesis, los entrevistados coinciden en que Puerto Rico tiene méritos de sobra para ser una plaza de inversión importante en la región, al tiempo que ofrecen un vistazo al rol que jugarán sus nuevas operaciones en sus respectivos planes de negocio.
Banesco
“Desde hace 18 años, Banesco creyó en Puerto Rico”, dice Carlos J. Rivera Martínez, gerente general de Banesco en Puerto Rico.
Según Rivera, Banesco decidió ir contracorriente y apostar a la Isla cuando “se piensa que la banca está en su peor momento”.
La nueva sucursal ha requerido una inversión que supera $1 millón. Se trata de unos 6,000 pies cuadrados en el vestíbulo principal del MCS Plaza. Allí, ubicarán las nuevas oficinas ejecutivas de Banesco y su sucursal para servir a nuevos clientes.
A la fecha, Banesco ya cuenta con nueve empleados en Puerto Rico.
“Somos un banco doméstico, asegurado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés)”, subraya Rivera.
Y agrega que mientras construían la sucursal -proceso que culminó este verano- comenzaron a servicios a clientes en la Isla.
“Ya estamos sirviéndole al mercado de Puerto Rico. Empezamos a establecer relaciones. Nuestro enfoque va a ser en el sector empresarial. Ellos son el propulsor de la economía de Puerto Rico y vamos a tratar de apoyarlos y servirles de forma personalizada”, manifiesta.
Incluso, la semana pasada, Juan Carlos Escotet, presidente de los directivos de Grupo Banesco se reunió brevemente con el gobernador Luis Fortuño.
En principio, la operación de Banesco en la Isla se denominó como BBU Bank, nombre de la institución que Banesco adquirió en el estado de Florida hace unos seis años.
Empero, tal adquisión no fue la primera apuesta del banco venezolano en suelo estadounidense.
Según Rivera, Banesco opera en Puerto Rico desde 1993. Entonces, la institución creó una entidad bancaria internacional (EBI) para captar depósitos de clientes extranjeros.
“Como parte de la estrategia de convertir Banesco en una marca internacional, hemos hecho la transición a Banesco USA”, explica el banquero.
Como parte de ese proceso, Banesco cerró la EBI para transferir el capital a la operación de la Florida y solicitó la autorización para la sucursal de Puerto Rico a la que se transfirieron los depósitos de la EBI.
Al presente, de acuerdo con la base de datos de la FDIC, la operación estadounidense de Banesco tiene unos $397 millones en activos. Banesco también posee operaciones en República Dominicana, Colombia y Panamá.
A preguntas de Negocios en torno a los planes de Banesco para la Isla, Rivera sostiene que a través de sus servicios la institución aspira a crear rutas de intercambio económico en la región.
Por un lado, los empresarios puertorriqueños podrían exportar sus servicios, mientras el capital en países hermanos podría identificar oportunidades en la Isla.
“Creemos fielmente, que el desarrollo económico de Puerto Rico va a conllevar que los empresarios empiecen a cruzar fronteras. Le dimos la espalda a estos países por mucho tiempo”, subraya el banquero al agregar que el mismo racionamiento se aplica en las relaciones entre la Isla y el estado de la Florida.
Sun West Mortgage Company
“Conducimos nuestro negocio bajo un principio básico. Prestamos dinero como si fuera el nuestro”.
Esa fue la respuesta que Pavan Agarwal, principal oficial ejecutivo de Sun West, le ofreció a Negocios cuando se le preguntó acerca del valor que distinguiría a Sun West en el competido negocio de los bancos hipotecarios no depositarios en la Isla.
Según Agarwal, Puerto Rico hacía sentido en la estrategia de crecimiento de la institución que preside y que ha operado de manera exitosa por tres décadas.
En términos simples, la apuesta en la Isla representa la primera incursión de Sun West en lo que sería el sureste del territorio estadounidense.
La institución con sede en California, tiene operaciones en Arizona, Nueva Jersey, Utah y Hawaii, así como ciertas operaciones logísticas en la India. Está autorizada para hacer negocios en 47 estados.
“La meta es cubrir todo el país”, dice Agarwal
La institución gestiona sobre $100 millones en hipotecas mensualmente y el año pasado, registró un beneficio neto de unos $30 millones.
La apuesta de Sun West en la Isla ha requerido una inversión de sobre $500,000 y la cifra no incluye la inversión programada para publicidad, dice el banquero hipotecario.
Al presente, la empresa ya emplea 22 personas en la Isla.
Agarwal ha encomendado a Raúl Padilla, la dirección de la operación local junto a Ricardo Agudo, otrora presidente de Reliable Mortgage.
Según Agudo, la salida de jugadores grandes del sistema bancario local ofrecen oportunidades a operaciones eficientes como las de Sun West porque pueden traducirse en propuestas más económicas para el consumidor.
Padilla y Agudo explican que uno de los atributos de la institución -que se convierte en valor agregado a los prestatarios- radica en un modelo de negocios que opera 24 horas.
Mientras en una instalación se origina un préstamo, las demás etapas del proceso de aprobación pueden gestionarse desde cualquier otra unidad del conglomerado, pues la totalidad de la transacción se procesa en línea.
La plataforma que sirve de base al modelo de negocios de Sun West, denominada Sun Soft, fue creada al interior de la propia hipotecaria y está diseñada para que la institución pueda operar sin papeles en sus instalaciones. Toda la documentación se trabaja digitalmente, salvo el proceso de firmas requeridas, lo que a su vez, contribuye a que las aprobaciones o rechazos de solicitudes puedan procesarse en unas 48 horas.
Padilla subraya que aparte de originar hipotecas de todo tipo, Sun West pretende proveer liquidez al sistema local, otorgando líneas de crédito mayoristas a otros jugadores del patio.
Mientras, Agudo destaca que Sun West aspira a proveer financiamiento a proyectos multifamiliares y de vivienda asistida, un segmento de la construcción para el cual existe una demanda creciente en el mercado local.
Generation Mortgage
Hace unos años, cuando Banco Popular, decidió no continuar con el otorgamiento de hipotecas en reverso, Luis de Jesús decidió tocar a las puertas de los inversionistas estadounidenses.
Dice que comenzó tal gestión junto a Salomón Levis, cuando el banquero dio forma a la hipotecaria Senior Mortgage.
Entonces, señala que tocar a tantas puertas hizo posible la llegada de Urban Financial y otros inversionistas. En ese proceso, tocó a las puertas de Generation y al final, terminó convirtiéndose en el líder que establecería la operación local de la casa hipotecaria especializada en hipotecas revertidas.
En términos simples, de Jesús dice que Puerto Rico es “un lugar perfecto para la hipoteca revertida” por el alto porcentaje de tenencia de hogares en la Isla y la rápida transformación demográfica de la población.
“Puerto Rico no es del todo conocido en los Estados Unidos”, relata el banquero hipotecario al indicar que en una de sus múltiples presentaciones a potenciales inversionistas se le preguntó qué divisa se utilizaba en la Isla.
“Me parece que Generation dio un paso gigante porque decidió venir a la Isla justo en el momento de la crisis”.
La apuesta ha dado frutos inmediatos, asegura el ejecutivo con sobre 25 años de experiencia en gestión hipotecaria. Al presente, Generation emplea unas seis personas en su oficina principal y debiera aumentar su plantilla de profesionales a 14 en el próximo año. Bajo el modelo de Generation, la solicitud se origina en Puerto Rico y se procesa en Atlanta.
Según de Jesús, el modelo de la institución es muy delineado y eficiente, por lo que la operación local pudo hacer ganancias en un lapso de seis meses. Destaca que la acogida del público ha supuesto romper el patrón de producción de otras jurisdicciones y a su vez, acercarse a rebasar el objetivo de 100 casos por mes.
Negocios cuestiona qué valor supone Generation para el mercado local, y De Jesús indica que uno de los atributos más importantes del negocio supone otorgar estabilidad a la persona de edad avanzada, bien sea porque encara una ejecución o porque puede recibir una inyección monetaria que estabilizará su presupuesto.
“Hemos tenido casos donde las personas vienen con hipotecas al 18% al 24% de interés”, dice el banquero hipotecario al señalar que en la amplia mayoría de los casos, el producto garantizado por la Administración de Vivienda Federal (FHA) sirve para ayudar a ciudadanos de clase media. Esto, porque según los datos del sector, en Puerto Rico, la hipoteca promedio ronda en unos $150,000.
Cuestionados sobre planes a largo plazo, De Jesús indica que Generation no ha cerrado la puerta a expandir su huella geográfica. En ese plan, de ser factible, figuran las regiones de Fajardo, Ponce, Arecibo y Mayagüez como posibles lugares de incursión.
Mientras tanto, el banquero destaca que como parte de la gestión actual, los oficiales de Generation suelen gestionar los préstamos viajando a cualquier parte de la Isla.

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